Jue, Jul 3, 2025

Día de la Avicultura: por qué el pollo es una de las carnes más valoradas por los argentinos

Día de la Avicultura: por qué el pollo es una de las carnes más valoradas por los argentinos

Argentina se posiciona entre los seis países con mayor consumo per cápita de carne aviar del mundo. En el marco del Día de la Avicultura, repasamos el valor nutricional, los mitos más frecuentes y el modelo de producción responsable que permite que el pollo sea una proteína accesible, confiable y de calidad.

Por su versatilidad en la cocina, su sabor neutro y su excelente perfil nutricional, la carne de pollo se consolidó como una de las protagonistas indiscutidas en la mesa de los argentinos. En 2024, el consumo local superó los 45 kg per cápita, con una tendencia creciente que acompaña la preferencia global por esta fuente de proteína.

Argentina ocupa el sexto lugar mundial en consumo de carne aviar, detrás de países como Malasia, Arabia Saudita y Estados Unidos, y por encima de mercados tradicionalmente avícolas. Este fenómeno responde no solo a su carácter accesible y adaptable a todo tipo de recetas, sino también a la evolución tecnológica de su sistema de producción.

Mucho más que proteína: un perfil nutricional completo

Desde el punto de vista nutricional, el pollo es una fuente de proteínas de alto valor biológico, esenciales para el desarrollo muscular y el funcionamiento celular. Aporta además grasas saludables, como omega 3 y 6, que favorecen la salud cardiovascular, y vitaminas del complejo B, fundamentales en procesos metabólicos y energéticos. Entre sus minerales clave se destacan el hierro, el zinc y el fósforo, todos esenciales para el rendimiento físico, el sistema inmune y la salud ósea.

Incluso los menudos —como el hígado y el corazón— son fuente de nutrientes que suelen escasear en otras carnes, como vitamina A, ácido fólico y hierro hemo, especialmente importantes en mujeres en edad fértil y niños en etapa de crecimiento.

Mitos que persisten… y datos que los desmienten

Aunque es parte de la dieta diaria de millones de personas, la carne aviar sigue rodeada de ciertos mitos que merecen aclaración. Algunos de los más frecuentes:

  • ¿Hay que lavar el pollo antes de cocinarlo? No. El lavado favorece la contaminación cruzada. Lo seguro es cocinarlo bien, sin necesidad de enjuagarlo.

  • ¿El pollo tiene hormonas? No. Su crecimiento rápido es el resultado de la selección genética, la alimentación especializada y el control sanitario. El uso de hormonas está prohibido y no tiene efecto práctico.

  • ¿El pollo amarillo es más sano? No. El color depende de la dieta del ave, especialmente del maíz, y no implica ninguna diferencia nutricional.

  • ¿La piel es mala? Depende. Aporta grasas saludables, pero también incrementa considerablemente el valor calórico del plato. Su consumo debe ser moderado.

  • ¿Es un alimento seguro? Sí. La producción nacional cumple con los más altos estándares sanitarios y de trazabilidad, bajo normas de organismos como SENASA y Codex Alimentarius.

Producción responsable, salud integrada

La producción avícola en Argentina se basa en un modelo de prevención y control, con protocolos estrictos de bioseguridad, vacunación y bienestar animal. “Hoy hablamos de One Health porque entendemos que la salud animal, la salud humana y el ambiente están interconectados”, explica Pablo Nervi, Gerente Técnico del Área de Avicultura de MSD Salud Animal. “Las nuevas tecnologías, junto al desarrollo de vacunas de última generación, permiten anticiparse a riesgos, mejorar la eficiencia productiva y garantizar alimentos seguros para la población”.

Gracias a una cadena integrada que conecta ciencia, innovación y compromiso con la calidad, la carne de pollo se consolida como una opción inteligente: nutritiva, accesible y producida bajo estándares exigentes de sustentabilidad.

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